Los Gondoleros Silenciosos, de William Goldman
(The Silent Gondoliers)
Ático de los Libros
Barcelona, 2010 [1983]
Ilustraciones de Paul Giovanopoulos
Hace ya mucho tiempo, antes de la película y de que ni siquiera se hubiera traducido al castellano, entre los mentideros de los aficionados a la fantasía empezó a correr el rumor de que había aparecido una novela que parecía tener todos los visos de ser algo notable. Los que podíamos leer en inglés nos apresuramos a adquirirla, y no quedamos defraudados. La novela en cuestión era The Princess Bride / La Princesa Prometida, esa mezcla sabia de aventuras, fantasía, humor y metaficción que había escrito William Goldman (grandísimo guionista) por la pluma intermedia del imaginario e imaginativo S. Morgenstern.
Tiempo después corrió la noticia de que había aparecido otra novela de "Morgenstern", The Silent Gondoliers, y volvimos a apresurarnos a adquirirla. Aquellos que esperaban un clónico o una continuación de La Princesa Prometida quedaron defraudados. Los que, sencillamente, apreciábamos el estilo benéfico de la escritura de S. Morgenstern, en cambio, finalizamos su lectura con una sonrisa en los labios y la satisfacción de haber leído una de esas pequeñas fábulas delicadas que tienen todos los ingredientes para transportar al lector a otro mundo tan fascinante como el Florin de La Princesa Prometida.
Hoy, 27 años después de su publicación, Ático de los Libros (una editorial que tiene un catálogo más que interesante) la trae finalmente a la lengua española, incluyendo las magníficas ilustraciones origianles de Paul Giovanopoulos.
Todo el mundo sabe que los gondoleros de Venecia son los mejores cantantes del mundo. Pero, como sabe todo el mundo, los gondoleros ya no cantan.
Los Gondoleros Silenciosos es la historia de porqué esta súbita mudez, y la de Luigi, el más prodigioso gondolero de la historia de Venecia, y uno que carecía de oído musical de tal manera que hubo de abandonar el oficio al que estaba destinado y ponerse a lavar platos... Hasta que salvó la Iglesia de las Almas de los que Murieron por el Mar.
La sencillez de esta historia no debe engañarnos; está contada en ese estilo entre la fantasía y la realidad que convierte en atractivas estas narraciones de Morgenstern / Goldman. Y si el tono es el de una fábula amable y exultante, también es un tono que incluye lo bastante de la vida real, que es básicamente injusta, como para convertirse en verosímil. Desde la comicidad hasta el drama, desde el mito al naturalismo, todo, como sucedía en La Princesa Prometida, se encuentra en este libro.
Es difícil sobreponer una historia a una ciudad, Venecia, que es un mito por sí misma. Después de leer Los Gondoleros Silenciosos, el lector añadirá a su visita a San Marco y el Gran Canal la búsqueda imposible de la taberna de los gondoleros y la Iglesia de las Almas de los que Murieron por el Mar. Y la búsqueda valdrá la pena, si es llevada de la mano del espíritu de este libro.
Portada y sinopsis